Conoce la historia de Pedrosa.
La isla de Pedrosa es una isla española y una de las mayores islas de Cantabria. Se encuentra en Pontejos, un pequeño municipio de Marina de Cudeyo. Esta isla se extiende a traves de 1613 hectáreas, que se reparten en 968 de isla y 645 de tierra firme. La isla esta situada en la zona sur de la bahía de Santander. Santander, como su bahía homónima, está situada en el litoral norte de la cornisa Cantábrica, convirtiéndose así en la capital de la comunidad autónoma más septentrional de la península.
La isla de Pedrosa está enmarcada por dos rías: al suroeste la Ría de Solía y al sureste el rio Cubas. Son rías cada vez menos navegables por culpa de su falta de calado, su contaminación y el relleno de hectareas para la construcción de muelles, almacenes, etc. La isla de Pedrosa cuenta con una riqueza marisquera y vegetal que la convierten en un lugar aislado, ideal para un enclave sanitario muy buscado por las autoridades de la época para controlar la salud de viajeros y tripulantes que llegaban a puerto.
El lazareto surgió como respuesta a la necesidad de la ciudad de tener un lugar paara los buques apestados que llegaban a la costa, que hasta el momento de la creación eran alejados de la misma. Fue por esto que la Junta de Comercio, el ayuntamiento de Santander y el puerto de la ciudad llegaron a un acuerdo para cubrir los gastos de estas instalaciones tan necesarias debido a la alta mortantad y la alta tasa de contagios de estas enfermedades. La isla de Pedrosa ha sido testigo del esfuerzo de varias generaciones de personal sanitario por luchar contra las enfermedades infecciosas más virulentas y de mayor incidencia a lo largo de la historia. En esta época muchas personas con diferentes patologías han tenido la oportunidad y los medios para recuperarse.
En sus comienzos este pequeño lazareto se encargaba de mantener a los buques en los que existían defunciones o indicios de enfermedad procedentes de países con enfermedades endémicas en cuarentena por la alta preocupación que existía en la época por las enfermedades tuberculosasas surgidas en los primeros compases del siglo XX.
En 1907, el rey Alfonso XIII y la Reina Victoria impulsaron la creación del Real Patronato Central de Dispensarios e Instituciones Antituberculosas. Un año después tendría lugar un importante congreso en el cual se firmaron una serie de medidas e iniciativas que llevarían a crear sanitarios marítimos, siendo los primeros los situados en la isla de Pedrosa y el Oza (A Coruña).A principios del siglo XX debido a la situación de precariedad física que presentaban cientos de miles de niños en las grandes ciudades españolas, además de las reiteradas llamadas de atención de higienistas, médicos y pedagogos, preocupados por la situación de deterioro de la salud de estos escolares, estimularon la importancia de establecer sanatorios en nuestro país. Así fue como Pedrosa se convirtió en uno de de los sanatorios con mayor importancia. Finalmente en 1910 se instauraron las colonias maritimas de niños provenientes de distintas comunidades autónomas de nuestro país. Los resultados fueron muy importantes, observándose una mejoria en su salud. En 1912, tras sucesivas visitas de los reyes se pondria en valor el carácter sanitario y social de este lazareto el cual fue evolucionando hasta convertirse en una referencia sanitaria para su época y contexto.
No fue hasta 1914 cuando Alfonso XIII determino que el lazareto pasaría a convertirse en un centro terapéutico y preventivo a nivel nacional para atender enfermedades tuberculosas de localización ósea. Este nuevo rumbo hizo que el lazareto pasara a denominarse Sanatorio Marítimo de Pedrosa. En 1920, bajo la mirada de la Reina Victoria Eugenia se colocó la primera piedra del pabellón Infanta Beatriz y se inauguró un monumento en honor al doctor Manuel Martín Salazar realizado por el escultor malagueño Enrique Marín Higuero. Actualmente este monumento se encuenta en la isla, localizado en frente de las oficinas generales de administracion de la Fundación Cántabra para la Salud y Bienestar Social.
Dejando a un lado las enfermedades que venían por vía marítima la situación sanitaria de Santander no era buena y fue por eso que en 1920 el Colegio de Médicos organizo unas jornadas sobre el estado de salud de la ciudad. La tuberculosis era la gran preocupación sanitaria de la época por sus altos niveles de mortalidad. La isla cuenta con una gran masa forestal que la permite estar «aislada» del resto del mundo y fue por esto por lo que las autoridades sanitarias de la época fijaron su vista en Pedrosa para iniciar la batalla contra la tuberculosis.
El hospital llego a tener 600 camas y mantuvo 250 durante sus peores años según el Patronato Nacional Antituberculoso. Esta lucha fue apoyada en todo momento por el Hospital Universitario Marques de Valdecilla y a partir de 1951 se sumó también el Hospital de Liencres cuya labor se centró en el aparato respiratorio. Muchos de los infectados eran niños por lo que se tuvo que construir un pabellón específico para darles un cuidado especial. Esto fue un metodo innovador y diferencial frente a los que se habían desarrollado contra otros patologías infecto-contagiosas. En 1928 llego el Dr. Juan Bautista González-Aguilar y con él una etapa mas científica en la que se abordó la cirugía ósea y en 1947, con la dirección del Dr. Victor Meana, se comenzaron a abordar tratamientos para las lesiones oseo-articulares y las secuelas de las tuberculosis fundamentalmente surgidas en la infancia. A partir de 1965, con el Dr. Rafael Coleé Guillén al frente se inicio la época hospitalaria más moderna. Finalmente, el 12 de diciembre de 1988 se produjo el cierre del hospital
Desde 1999 se ubica aquí la Fundación Cántabra para la Salud y Bienestar Social (FCSBS), una entidad constituida por la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma de Cantabria. La FCSBS es una organización privada sin ánimo de lucro, de naturaleza fundacional perteneciente al Sector Público autonómico. La FCSBS tiene como objetivo el desarrollo de actuaciones tendentes a la promoción de la salud y el bienestar social de la población cántabra. Desde 2006 la isla acoge en uno de sus pabellones una unidad terapéutica, el Centro de Rehabilitación y Reinserción de Drogodependientes (CRRD), asi como otro edificio encargado de dar soporte técnico y administrativo a varios programas asistenciales derivados de la Ley de Dependencia de Cantabria